Inversión o Ahorro: ¿Cómo hacer que el dinero sume a su bienestar económico?

¿Inversión o Ahorro? Allí está el dilema y, muchas veces, la confusión.

Ante determinada meta que quiera alcanzar o ante algún plan que tenga en mente y que involucre sus finanzas, puede pensarse que es prácticamente igual invertir su dinero o ahorrarlo, solo depende de su preferencia o su atracción al riesgo.

Lo cierto es que son dos acciones diferentes, que no generan los mismos efectos y la selección de uno u otro debe ir más allá de su estilo personal. En ocasiones es preferible invertir a ahorrar y, en otras, se recomienda lo contrario.

El reto está en identificar el grado de conveniencia que uno u otro puedan tener, considerando su situación actual y la que desea en el futuro.

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Una decisión atada a su meta financiera

Lo primero para diferenciar la inversión y el ahorro es tomar en cuenta qué quiere lograr: ¿Aumentar su capital o irse de vacaciones? ¿Comprar una casa o tener un fondo de reserva? ¿Costear los estudios universitarios de sus hijos o cambiar su carro por uno nuevo?

Si es una meta a corto plazo o es parte de su plan a futuro cercano, es preferible que ahorre el dinero para esa situación puntual.

Resguarde el dinero en una cuenta bancaria de ahorro, de cheque o en un certificado de depósito y vaya aportando regularmente, de acuerdo a lo que le permita su presupuesto mensual. Al no tener esa porción de su capital directamente en el bolsillo, evitará gastarlo en cualquier otra cosa que no sea para lo que lo tiene destinado y, al mismo tiempo, recibirá un porcentaje de interés bancario.

Si lo que visualiza implica un tiempo de más de 4 años, es decir, es una meta más compleja y supone una suma de dinero que no dispone, probablemente lo recomendable es la inversión.

Para ello puede destinar su capital a diferentes modalidades como bienes raíces o real estate, fondos mutuales, bonos, acciones en la bolsa, apoyo a emprendimientos, todo dependerá de la cifra que pueda aportar, el porcentaje que quiera de retorno y del riesgo que esté dispuesto a asumir. Invertir suele ir de la mano del riesgo, solo que el tamaño de este suele variar según el tipo de inversión.

Esto nos lleva a un segundo aspecto que contraponen ambas acciones:
el acceso al dinero.

Generalmente al ahorrar, simplemente puede retirar su dinero de la cuenta en el momento que lo decida o lo necesite. En el caso de la inversión no suele ser así, o al menos no con la inmediatez que pudiera esperar.

La facilidad de acceso tiene sus puntos favorables y desfavorables que explican las otras dos diferencias:

Ahorrando puede tener acceso rápido al dinero, en un entorno menos riesgoso pero con una ganancia por intereses bastante, bastante moderada.

Invirtiendo no dispone del capital inmediatamente, pero obtendrá un retorno significativamente mayor, siempre con un riesgo latente que dependerá del tipo de inversión que haya realizado.

Sumar más que intereses a sus finanzas

Si antes de visitar este artículo ya tenía en mente que quería invertir su capital o si la comparación con el ahorro le ha permitido concluir que lo más conveniente para su situación y su meta financiera es invertir, ahora podrá tomar nota de cómo convertir esa intención en un hecho real.

Probablemente puede tener mil preguntas en su cabeza sobre cómo iniciarse en el mundo de las inversiones:¿Explorando el tipo de inversión más acorde a su personalidad? ¿Investigando las alternativas más rentables del mercado? ¿Definiendo la cifra con la que se arriesgará?

Créalo o no el primer paso es garantizar que podrá con su presupuesto mensual. No puede destinar todo su capital a las inversiones por muy arriesgado que usted se considere, ni disponer de una cantidad que dificulte el manejo de sus finanzas en el día a día.

Lo recomendable es tener un back up de dinero para costear sus gastos fijos y pagar sus deudas de 3 a 6 meses, sin que su balance financiero devenga en números rojos o en negativo.

Posteriormente realice un balance, pero no precisamente de sus finanzas, sino más bien de sus metas y del grado de riesgo que está dispuesto a asumir. Para ello debe trazar en principio un plan de inversión en donde claramente haga una lista de sus metas, en cuánto tiempo piensa alcanzarlas y el indicador que evidencie que lo logró.

Teniendo este panorama claro es el momento de reflexionar y preguntarse a sí mismo qué tan cómodo se siente con el riesgo, hasta dónde o hasta cuánto estaría dispuesto a arriesgar (incluso perder) al momento de realizar una inversión.

La tranquilidad de poder cubrir sus gastos y deudas, más la claridad de tener sus metas en un plan de ruta en donde ha medido hasta dónde está dispuesto a arriesgarse, es el fundamento para diseñar su inversión y determinar el número mágico de su capital que dispondrá para invertir y al que le hará seguimiento en los próximos 3, 4, 5 años o más.

Al diseñar su inversión, vale la pena hacerse eco del dicho popular que sugiere “no poner todos los huevos en la misma canasta”, pues si le sucede algo a esta canasta se pueden perder todos los huevos.

Eso se traduce según los expertos financieros en la frase: ‘diversifique su inversión’ y se refiere principalmente a las inversiones de valores en bolsa, que pueden seleccionarse de manera variada por sector económico, por tipo de activo, por ubicación geográfica, por temporada, por empresa.

Sin embargo, el dicho es perfectamente aplicable a la mezcla de categorías es decir, disponer de una porción de capital para las inversiones menos estables o volátiles como compra y venta de acciones y fondo de inversiones colectivas o las que parecen ser más estables y a largo plazo como inversión en bonos y en inmuebles.

Invertir en su libertad financiera

Nada más atractiva que la combinación de dos palabras: Libertad Financiera.

El término es utilizado desde finales de los 90 por Robert Kiyosaki, autor del libro ‘Padre Rico, Padre Pobre’, para referirse a un estado financiero en la que una persona es capaz de cubrir todas sus necesidades económicas y mantener el estilo de vida que desea sin necesidad de trabajar, sino con la libertad de decidir qué hacer con su tiempo.

A raíz de ello el autor clasifica los ingresos en tres tipos:

1) ingreso ganado, para referirse a los sueldos, bonos, comisiones, pagos por hora de trabajo o por proyectos;

2) ingreso de portafolio, se trata de todo retorno que produzcan los activos de papel como fondos de inversión, bonos y acciones;

3) pasivo, el que se genera luego de una participación puntual de la persona y que no supone una dedicación total ni constante de su tiempo, como por ejemplo patentes, derechos de autor, bienes raíces.

Este último, el ingreso pasivo, combinado con el ahorro y la inversión son elementos clave de la fórmula necesaria para iniciarse y alcanzar la deseada Libertad Financiera.

En los últimos años se han perfilado 5 tendencias de inversión que genera ingresos pasivos y que le permitirá preservar una de las pocas cosas que no puede comprarse y que todos tenemos por igual: el tiempo.

Ingresos pasivos como nueva tendencia

Varias han sido las prácticas que se han estado posicionando recientemente para generar ingresos pasivos, con especial énfasis en el mundo digital, y  algunas de las que se han consolidado son las siguientes:

• Minería en la nube

Esta alternativa es mucho más accesible que el minado tradicional, ya que no debe invertir en el equipo sino contratar el servicio de cloud mining y aunque las ganancias son menores, es una tendencia cada vez más frecuente entre quienes quieren diversificar sus fuentes de ingreso.

• Información especializada

La información mantiene su valor en el tiempo, por lo que todo aquel experto que comparta sus conocimientos o que brinde data actualizada, puede generar un ingreso constante a través de cursos online, e-books, asesorías en línea, entre otros productos.

• Ingresos por renta

Si tuviera que seleccionarse una modalidad para generar ingresos pasivos por excelencia, sería el negocio de bienes raíces. Adquirir una propiedad con el objetivo de ponerla en renta, genera un flujo de efectivo constante y de bajo riesgo en contraste con las otras tendencias que se están perfilando que son mucho más volátiles. Se estima que la rentabilidad media anual de una propiedad puesta en alquiler oscila entre 4 y 6%.

• Dividendos Cripto

Algunas monedas digitales están adoptando características típicas de la inversión en acciones, específicamente porque están pagando dividendos. Cada criptomoneda dispone de una forma particular de operar y de sus propias regulaciones al momento de distribuir sus ganancias, por lo que debe informarse exhaustivamente si quiere encaminarse por esta tendencia.

• Social Trading

Una modalidad cada vez más adoptada por inversores con muy poca experiencia, que consiste en aprender las estrategias de traders expertos y copiar los aciertos (o desaciertos) que logran con sus operaciones, según el perfil de riesgo que haya seleccionado en la plataforma.

Ahorro e inversión en ingresos pasivos es una combinación que debe gestionar para alcanzar su Libertad Financiera, pero primero debe tener claras las metas y la implicación que sus finanzas tienen en ellas para poder gestionar de mejor manera su capital, en pro del logro de sus objetivos.

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