Libertad Financiera e Inteligencia Financiera: sorteando obstáculos
Con tan solo un vistazo en el diccionario de la Real Academia Española, puede comprenderse por qué la “Libertad” es una condición tan necesaria, significativa y atractiva para el ser humano. “La facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, o simplemente de no obrar, por lo que es responsable de sus actos”. Se hace referencia a la situación o las circunstancias de quien no es esclavo, ni sujeto, ni impuesto al deseo de otros de forma coercitiva, por lo que se vincula a términos como decisión y responsabilidad.
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Ahora uniéndolo con la palabra Financiera puede ser la combinación mágica de la que hablan muchos autores de best-sellers, conferencistas, motivadores, coaches y expertos en finanzas como por ejemplo Robert Kiyosaki, Tony Robbins, T. Harv Eker, William Danko, Napoleon Hill, George S Clason, Thomas Stanley, Tim Ferriss, Wallace Wattles, Brian Tracy, Raimón Samsó, Suze Orman y muchos otros.
La Libertad Financiera también conocida como Independencia Financiera se define en Wikipedia como “la capacidad de un individuo de cubrir todas sus necesidades económicas sin que para ello tenga que realizar ningún tipo de actividad”. Es un término vinculado al bienestar económico y al nivel elevado de tiempo libre, no directamente a la riqueza en dinero ni a la proporción de ingresos.
Por su parte la Inteligencia Financiera consiste básicamente, según el coach español Raimon Samsó, en dejar de trabajar por dinero —dejar de vender tiempo— y crear un sistema de ingresos múltiples. El también autor del “Código del Dinero” asevera que para alcanzar la Libertad Financiera se requiere de Inteligencia Financiera, pero también de Inteligencia Emocional porque es imprescindible desarrollar el autodominio, la disciplina, la confianza, la aceptación al error y el rechazo, la paciencia sin límite y, además, preferir la gratificación aplazada antes que la inmediata. Por lo tanto plantea esta fórmula a considerar de ahora en adelante:
Libertad Financiera = Inteligencia Financiera + Inteligencia Emocional
Para poder diversificar sus fuentes de dinero es importante conocer que existen tres clases diferentes de ingresos y que lo ideal es que cuente con los tres: los ingresos ganados activamente, los ingresos ganados pasivamente y los ingresos ganados por inversión. Conozcamos en detalle cada uno:
- Ingresos ganados activamente
Requieren de su presencia, trabajo y tiempo cada vez que se ganan, pues de lo contrario no se generan. - Ingresos ganados pasivamente
Requieren su presencia y trabajo de forma puntual al principio, pero luego se producen casi de manera automática y puede producir beneficios de manera indefinida. - Ingresos ganados por inversión
No suponen nunca de su presencia sino de saber seleccionar y tomar la decisión adecuada, por lo que es dinero que se genera automáticamente.
La Inteligencia Financiera se enfoca en generar dinero desde esos tres tipos de ingreso pero en especial de los pasivos y por inversión. Los ingresos activos, específicamente la obtención de un salario, suele ser más frecuentes pero no pueden proporcionar prosperidad ni libertad porque proceden de la venta del tiempo y el tiempo es limitado.
Obstáculos a combatir para alcanzar la Libertad Financiera
Raimon Samsó, Licenciado en Ciencias Empresariales y autor de más de 23 libros de desarrollo personal y financiero, considera que son 4 los obstáculos más significativos y comunes en la búsqueda de la Libertad Financiera. Estos que pueden hacer difícil, pero no imposible, el recorrido deben combatirse y superarse para garantizar el logro y estadía en ese destino esperado. Los 4 obstáculos serían:
Obstáculo #1: Creencias limitantes
«Tanto si piensa que puede, como si piensa que no puede, está en lo cierto» — Henry Ford
Las creencias limitantes son paquetes de información que restrigen la posibilidad de expansión o apertura de una persona. Suelen vincularse a ideas de “no merecimiento” y de “no poder”, que ejercen un efecto tan coartante que incapacitan a la persona a manifestar lo que quiera en su vida. Entre las creencias limitantes en torno a la riqueza o la prosperidad, que son más comunes se encuentran: “Se necesita dinero para hacer dinero”, “En la vida nadie tiene todo lo que quiere”, “Invertir es arriesgado”, “El dinero se va como el agua”, entre otras tantas.
Para Samsó el mayor freno de la humanidad a nivel colectivo e individual es el miedo, y las creencias sobre el dinero basadas en el miedo son el primer gran obstáculo a superar. Lo importante en esta situación es detectarlas, reconocerlas y modificarlas de manera consciente. Un cambio en el pensamiento tendrá un impacto positivo en las capacidades y en el comportamiento, tal como lo indican variedad de coaches expertos en emprendimiento o abundancia.
Obstáculo #2: Adicción a la comodidad
“Los resultados que consiga estarán en proporción directa al esfuerzo que aplique” — Denis Waitley
Existe una tendencia general del ser humano a rechazar el cambio o a huir de lo desconocido porque transformarse o adaptarse puede significar esfuerzo, incomodidad o incapacidad. Para Samsó el tener un empleo fijo y un ingreso mensual garantizado, no es más que mantenerse en la zona de confort, que supone ese lugar mental limitativo, donde no se corren riesgos porque se constituye de todo lo que conocemos y dominamos desde hábitos hasta comportamientos.
El autor recalca “que es tiempo de dejar de exigir derechos y asumir, de verdad, nuestros deberes. Ahora toca apuntarse a la «cultura del esfuerzo» si queremos que nuestro estándar de vida sobreviva. . Lo que hacemos para ganarnos la vida importa y mucho, al margen de la cifra a final de mes”.
Obstáculo #3: Malos hábitos financieros
“Al poseedor de las riquezas no le hace dichoso el tenerlas, sino el gastarlas, y no el gastarlas como quiera, sino el saberlas gastar” – Miguel de Cervantes
Ganar, gastar, no ahorrar y no invertir es el círculo vicioso de la persona promedio que repite estos malos hábitos financieros y considera que la solución es un aumento de sueldo, su única fuente de ingresos. El vivir el día a día, la no planificación, el gastar más de lo que gana, las deudas y la gratificación inmediata, son los errores que repite constantemente y que lo conducen por esa espiral descendente de la carencia y la necesidad.
El autor recomienda modificar esos malos hábitos a través de acciones que aumenten su inteligencia financiera, entre las que destaca: complementar el sueldo con otras fuentes de ingreso; pagarse el 10% a sí mismo y luego asumir el resto de los compromisos económicos, reducir el tamaño de las deudas y evitar pagar con tarjeta de crédito cuando no sea necesario, fijarse objetivos de ingresos crecientes cada año, pensar en grande aunque empiece en pequeño y crear diferentes frentes de ingresos pasivos.
Obstáculo #4: Ignorancia Financiera
“Si quiere ser rico no aprenda solamente a saber cómo se gana, sino también cómo se invierte” – Benjamin Franklin
Formarse de modo continuo es una prioridad y prepararse con educación financiera es una primera necesidad para el autor. Todos en algún momento debemos tomar las riendas financieras de nuestras vidas y generalmente es sin ninguna preparación, pues ni las escuelas ni las universidades se concentran en brindar educación en finanzas personales. El manejo de sus finanzas desde la ignorancia puede resultar sumamente costoso para su bolsillo. La inteligencia y la libertad financiera presentan como requisito indispensable la educación continua, el aprendizaje y reaprendizaje continuo como herramienta vital para afrontar los nuevos tiempos.
Aprender a gastar es fácil pero formarse y entender cómo planificar sus finanzas, como generar ingresos progresivamente mayores, cómo y dónde invertir, cuándo y cómo endeudarse, son factores claves en los que debe documentarse a través de libros, testimonios y recomendaciones de quienes han alcanzado el éxito financiero, que pueden contarle de primera mano qué hacer y cómo lograrlo. Por alguna razón uno de los principios claves del empresario e inversionista, Warren Buffett, es que no invierta en un negocio que no entiende o desconoce porque puede conllevarlo a consecuencias muy costosas. Para tomar decisiones de inversión justificadas y no desde la emoción, debe conocer, formarse e informarse.
De los 4 obstáculos que Raimon Samsó, coach financiero español, relata en su libro “El Código del dinero”, puede extraerse un arma común para combatirla: el cambio de mentalidad. “El dinero se hace en la mente”, asegura, pues todo se reduce a la clase de programación que tenga instalada en el cerebro: un programa perdedor o uno ganador. El perdedor mantiene esos 4 obstáculos y por ello no alcanza la Libertad Financiera, mientras el ganador los ha superado insertando nuevas creencias, ideas, comportamientos, conocimientos que han modificado su mindset, dándole cabida a la Libertad Financiera.